Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dislexia es un trastorno específico de la lectura cuyo rasgo principal es una dificultad específica y significativa en el desarrollo de las habilidades para la lectura, así como, problemas de precisión visual o una escolarización inadecuada. Las personas que padecen dislexia presentan dificultades para leer con fluidez y sin errores, problemas con la comprensión lectora, la ortografía y la escritura.
Este trastorno afecta al 10% de la población mundial, alrededor de 700 millones de personas. Las personas con dislexia poseen una inteligencia y visión normal. El niño que padece esta afección puede tener éxito en la escuela con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la dislexia se empiezan a manifestar en torno a los cinco o seis años, cuando el niño comienza a aprender a leer y a escribir. Incluso algunos expertos sostienen que a edades más tempranas, a los tres o cuatro años, ya se pueden identificar algunas señales de padecer este trastorno. La sintomatología más frecuente es la siguiente:
- Retraso en la expresión del lenguaje oral, confusión en la pronunciación de palabras semejantes con errores en la articulación de los sonidos.
- Problemas para formar palabras de manera adecuada, se invierten los sonidos de las palabras o se confunden palabras que suenan de forma parecida.
- Dificultad para recordar o pronunciar el nombre de las letras, los números y los colores.
- Falta de comprensión lectora debido al sobreesfuerzo para decodificar los signos.
- Presencia de gran cantidad de errores ortográficos mediante la omisión, sustitución, inversión o distorsión de letras, sílabas o palabras.
- Lectura lenta y laboriosa, con un nivel muy por debajo del que se espera a su edad.
- Dificultades para comprender los enunciados de los problemas de matemáticas, aprender canciones infantiles y jugar a juego de rimas.
- Problemas con la gramática y con el aprendizaje de prefijos o sufijos.
- Tardan más tiempo del normal en realizar tareas que consisten en leer o escribir.
Factores de riesgo
Se desconoce la causa exacta de la dislexia, pero se sostiene que es un trastorno de origen cerebral que se produce por la hipoactivación, estado en el que la persona evita sentir por diferentes razones, como experiencias internas que lo bloquean o incapacidad para sentir experiencias enriquecedoras, de ciertas áreas relacionadas con la decodificación en la lectura.
La afección está relacionada con la genética que afectan a la forma en la que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje:
- Genes y herencia: habitualmente hay más de un miembro de la familia que padece dislexia. Los científicos han hallado genes relacionados con las dificultades para leer y con el procesamiento del lenguaje. Así como, cerca del 40% de los hermanos y el 49% de los padres de niños con dislexia tienen problemas con la lectura.
- Anatomía y actividad cerebral: existen estudios de imágenes del cerebro que muestran diferencias entre las personas que padecen dislexia y las que no. Estas disparidades ocurren en áreas involucradas con habilidades importantes para leer, representar los sonidos en las palabras y reconocer las palabras escritas.
Diagnóstico
La dislexia se diagnostica a través de pruebas específicas, que se llevan a cabo mediante por los psicopedagogos, para valorar si la habilidad lectora del niño está afectada. Esta evaluación determinará si niño se encuentra por debajo del nivel esperado para su edad o curso académico y si este problema interfiere de manera directa en el rendimiento académico.
Las sospechas de que el niño puede tener dislexia comienzan en educación infantil y al inicio de primaria, pero el diagnóstico es confirmado a partir de los 8 años. Puesto que, en primero y segundo de primaria se produce la automatización del proceso lector y a partir de tercero de primaria se desarrolla la comprensión lectora, debido a que la lectura es un instrumento esencial que interviene en el resto de los aprendizajes académicos.
Un diagnóstico precoz de la dislexia es esencial para que la intervención sea lo más efectiva posible y de esta manera evitar que el aprendizaje escolar se vea afectado.
¿Cómo puede ayudar Apapachoa en la dislexia?
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La terapia a través de nuestros muñecos permite abordar los problemas de adaptación del niño, mejorando de esta manera su autonomía, autoestima, calidad de vida y sentido del logro. Se utilizan como un elemento de comunicación mediante el cual, pueden llegar a exteriorizar sus emociones y experiencias de manera simbólica. Puesto que, los niños con dislexia encuentran bastante difícil expresarse con sus propias palabras al no poseer una capacidad lingüística suficiente.
Los niños, mediante el juego con los muñecos, aprenden a expresarse, puesto que, les ofrece la oportunidad de desarrollar sus habilidades en el habla y lenguaje. Además, les ayudan a impulsar sus capacidades cognitivas porque les resultará mucho más fácil expresarse con los muñecos.
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