Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad. Este problema se define como todas aquellas condiciones patológicas que conllevan fragmentaciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad y percepción de la realidad del individuo.
Años atrás, uno de los tipos de este comportamiento se conocía como trastorno de personalidad múltiple dado que la persona está bajo el control de dos o más identidades distintas de forma alternativa. Por ello, es muy complicado para el individuo afectado recordar información que normalmente recordaba, como acontecimientos cotidianos, información personal importante y acontecimientos traumáticos o estresantes.
¿Por qué se produce?
Esta patología puede aparecer en personas que hayan pasado por una experiencia traumática o padezcan un trauma, sin importar la edad que tenga el enfermo, pero aún no se conoce la causa exacta que lo provoca.
Según Mayo Clinic, la persona que lo padece puede haber pasado por una experiencia traumática, como puede ser sufrir un conflicto armado en su país, un secuestro o incluso un procedimiento médico invasivo. La desconexión que se produce es un mecanismo de defensa que ayuda a la persona a sobrellevar dicho momento traumático.
Tipos de trastornos disociativos
Actualmente, los tipos más conocidos del trastorno disociativo son:
- Amnesia disociativa: el síntoma principal es la pérdida de memoria en un sentido grave y que no tiene su causa en una enfermedad. Los pacientes que sufren esta tipología de amnesia no recuerdan acontecimientos sobre ellos mismos, personas cercanas o periodos de tiempo relacionados con un momento traumático. Concretamente, es un estado que aparece de forma repentina y puede durar minutos, horas, e incluso meses o años.
- Trastorno de identidad disociativo: inicialmente se conocía como trastorno de personalidad múltiple, puesto que el paciente siente la presencia de dos o más personas que hablan o viven en su cabeza y la poseen. Estas personas padecen a su vez amnesia disociativa.
- Trastorno de despersonalización-desrealización: implica sentir desconexión con uno mismo, observar las propias acciones, sentimientos y pensamientos desde la distancia, como si de una película se tratase. También es posible que el enfermo perciba que el tiempo puede transcurrir lenta o rápidamente y el mundo en general le parece irreal. Los síntomas pueden durar solo unos instantes o ir y venir a lo largo de los años.
Aunque menos comunes, también existen los siguientes:
- Fuga disociativa: Al paciente no le resulta posible recordar los sucesos de su vida pasada tras la realización de viajes inesperados lejos del hogar. En ocasiones puede conllevar el abandono de la identidad previa y la asunción de una nueva identidad.
- Trastorno disociativo no especificado: Este problema se vincula a aquellas formas de disociación patológica que no cumplen los criterios diagnósticos de ninguno de los trastornos disociativos descritos anteriormente.
¿Cuáles son sus síntomas?
La sintomatología que presentan los pacientes depende del tipo de trastornos disociativos que padezcan, pero, en general, pueden comprenderse en:
- Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos períodos, sucesos, personas e información personal.
- Sensación de estar separado de uno mismo y de las emociones.
- Percepción de que las personas y cosas que te rodean están distorsionadas o son irreales.
- Un sentido confuso de la identidad.
- Estrés significativo o problemas en tus relaciones personales, tu trabajo y otros ámbitos importantes de tu vida.
- Incapacidad para afrontar bien el estrés emocional o profesional.
- Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, y pensamientos y comportamientos suicidas.
Diagnóstico y tratamiento
Los trastornos disociativos son patologías mentales que, en ocasiones, pueden poner en peligro la propia integridad física del paciente. Cada persona puede desarrollar el trastorno de distintas maneras, ya que según la causa este puede manifestarse con síntomas muy variados.
El diagnóstico del padecimiento de este problema lo debe brindar un especialista en psicología o psiquiatría, que evaluará el estado y procederá al tratamiento más efectivo. El tratamiento para los trastornos disociativos puede variar en función del tipo de trastorno, pero, por lo general, incluye psicoterapia y medicamentos.
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