Apapachoa nace en Béjar, como un legado de su industria textil. En esta pequeña localidad situada al sur de Salamanca, se encuentran los talleres Apapachoa.
La industria textil de Béjar: “la Manchester castellana“
A pesar de ser una localidad ganadera inicialmente, la historia de Béjar fue altamente influenciada y marcada por la industria textil lanera desde el siglo XIII de la nueva era cristiana gracias a que:
- Alfonso X despojó de privilegios a los bejaranos dedicados a la crianza de ganado ovino.
- Se inició la elaboración en grandes cantidades de paños, confección pionera de la industria textil bejarana. Los pequeños centros de fabricación, que estaban bajo la tutela de Duques, empezaron a crecer y consiguieron hacerse hueco dentro del mercado español.
Así, su principal riqueza empezó a provenir de la industria textil, llegando a ser conocida como “la Manchester castellana” en los años de mayor bonanza económica.
La llegada de los maestros flamencos
A finales del siglo XVI el duque Francisco de Zúñiga, a petición del Concejo de la villa, manda construir un tinte, de cuya explotación se hace cargo la propia Casa Ducal. Así, empezó a haber un aumento de la actividad industrial.
Pero un problema importante a solucionar era que en Béjar por entonces solo se fabricaban paños bastos.
Como las exigencias del mercado eran cada vez mayores, la madre y la viuda del Duque de Béjar: Teresa Sarmiento y María Alberta de Castro, firmaron un contrato en 1691 con varios maestros flamencos, naturales de Bruselas. Este contrato les obligaba a pagar a la villa de Béjar y residir en ella, con el fin de modernizar la industria. Así, se alojaron en la calle denominada “FLAMENCOS”, donde actualmente se encuentra el taller de Apapachoa; y a partir de su llegada, los maestros flamencos modernizaron la artesanía convirtiéndola en una dinámica y creciente industria textil.
Actualmente, Béjar, goza de un gran patrimonio industrial que hoy se trata de valorizar; como las fábricas textiles que han resistido crisis y que han dado lugar a la Ruta de las Fábricas Textiles: paseo que transcurre a lo largo del río Cuerpo de Hombre, en el norte de Béjar y que sirvió de escenario natural para el asentamiento del tejido industrial.