Terapia con muñecos o Doll Therapy: ¿en qué consiste?
La terapia con muñecos o Doll Therapy es una metodología complementaria a la farmacológica, que consiste en el uso de muñecos terapéuticos en las distintas intervenciones realizadas por el especialista. Estas sesiones con muñecos destacan por ser una de las más útiles dentro de las terapias complementarias. ¿Por qué? Porque consigue mejorar la calidad de vida de los pacientes.
A veces, los medicamentos necesarios para controlar ciertas patologías afectan a las facultades de los pacientes de manera adversa. Combinando la terapia farmacológica con la terapia con muñecos se consigue crear una sinergia que ralentiza y reduce el entorpecimiento progresivo de sus facultades.
Los muñecos no tienen edad
Un error bastante frecuente al hablar de muñecos terapéuticos, es relacionar inconscientemente el concepto de muñecos con la infancia. Si bien es muy conocido el uso de muñecos en sesiones con niños o en sesiones familiares; no lo es tanto para las sesiones con adultos.
Trabajar con muñecos terapéuticos significa trabajar el subconsciente. ¿Cómo? Bien, la respuesta es sencilla. El trabajo con muñecos es un proceso de proyección, de volcar en los muñecos todo lo que tenemos en nuestro subconsciente: expectativas, recuerdos, valores, creencias, etc.
Así, a modo resumen, podríamos decir entones que la metodología de estas sesiones se basa en dos ideas fundamentales que son:
- “El subconsciente no entiende de tiempo“. Por ejemplo, si trabajamos algo que ocurrió en nuestra infancia, nuestro inconsciente lo va a vivir como si estuviera ocurriendo ahora porque para él no hay pasado o futuro, solamente existe el ahora.
- “Una imagen vale más que mil palabras”. La potencialidad de las terapias con muñecos reside exactamente en esto; gracias a los muñecos., el paciente no solo cuenta lo que le ocurre, sino que además pueden ver el problema proyectado en los muñecos.
La terapia con muñecos en personas mayores. ¿Qué acogida tiene?
Hoy en día, la terapia con muñecos se utiliza en un número creciente de residencias de la tercera edad. La atención que recibe el muñeco varía mucho según el usuario, para algunas personas es simplemente un muñeco y para otros , pasa a ser un fiel compañero que los acompaña en su vida cotidiana.
A priori, la imagen de una persona mayor acurrucando y cantando a un muñeco puede parecer extraña e incongruente. Sin embargo, las residencias han encontrado que las personas mayores disfrutan abrazando a los muñecos y les calman cuando están angustiadas o agitadas. De hecho, se ha podido comprobar en algunas residencias que este tipo de terapias ha reducido la prescripción de ansiolíticos.
En este sentido, son numerosos los experimentos que se han llevado a cabo alrededor del mundo para comprobar los beneficios que este tipo de terapias aportan a sus usuarios.
Uno de estos experimentos se realizó en España. Durante el año 2016, la empresa Clece decidió acercar las terapias con muñecos a una muestra formada por 548 personas mayores, con y sin demencia, en las diferentes Estancias Diurnas y Temporales del Ayuntamiento de Valladolid.
Experimento vallisoletano: cómo se hizo y que beneficios se comprobaron
El experimento consistió en presentar la Terapia con muñecos como una actividad complementaria a la propia dinámica del centro. Los datos que se consiguieron, reflejaban que un 20% de los pacientes encontraba agradable esta actividad, ya que conseguían relajarse e incluso mejoraban anímicamente. Pero no solo esto, otros beneficios que se comprobaron fueron:
- Mejora del nivel cognitivo. Los muñecos conseguían aumentar la atención y la concentración del usuario además de mejorar la percepción sensorial mediante la estimulación táctil.
- Mejora a nivel psicológico. Los muñecos conseguían reducir la sensación de soledad, vacío y aislamiento; disminuían la ansiedad y el estrés; mejoraban el estado de ánimo y la atención de los usuarios; y, por último, aumentaban la autoestima, mediante la estimulación del propio sentimiento de valía personal.
- Mejora de las habilidades motoras: Los movimientos que se ejecutaban con los muñecos (cambiarles de ropa, peinarles, lavarles, acunarles…) permitían estimular las habilidades motoras
- Mejora de la comunicación. Los muñecos alentaban a las personas aisladas a que participar de manera activa en conversaciones; les aportaban seguridad; y contribuían a rememorar recuerdos. Todo esto, ayudaba a incrementar el sentido de la identidad, la satisfacción, el consuelo y la seguridad.
Comments (3)
Buenas tardes … Me parece muy interesante la propuesta, tengo un niño con autismo y es muy sensorial , me gustaría saber más para incorporar como terapia los muñecos, tanto para trabajar la ansiedad como el tema de comunicación y habilidades motoras.
Gracias y saludos
Buenas tardes Claudia.
Muchas gracias por tus palabras y por el interés mostrado, quedamos a tu entera disposición para lo que puedas necesitar.
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