¡Un muñeco terapéutico para frenar el Alzheimer!
Si le preguntásemos a cualquier persona que haya convivido con otra que padecía la enfermedad del Alzheimer, seguro que estaría de acuerdo con la frase de Pascual Maragall: “El alzhéimer borra la memoria, no los sentimientos”.
Y es que, aunque los pacientes diagnosticados con alzhéimer dejen de reconocer a sus seres queridos y así mismos con el avance de la enfermedad; en ocasiones, un simple contacto visual muestra todo el cariño en sus ojos. Y ahí, es cuando te das cuenta de que puede que hayan olvidado quiénes somos o quiénes son, pero la enfermedad no ha podido borrar ese cariño y esos sentimientos que guardan dentro.
Pero… ¿qué es el alzhéimer?
La Organización Mundial de la Salud define “la enfermedad de Alzheimer (EA)” como una patología neurodegenerativa que se manifiesta en el órgano del cerebro como consecuencia de un proceso de neurodegeneración. Esta enfermedad también es conocida como “demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA)” o simplemente “alzhéimer”.
De hecho, para la OMS, es la forma más común de pérdida de memoria. La enfermedad del Alzheimer es la responsable del 70% de los casos de demencia que sufren nuestros mayores. Como todos sabemos el alzhéimer se manifiesta con la edad. Pero, lamentablemente, lo cierto es que el alzhéimer no solo afecta a los mayores de 65 años. Según datos elaborados por CEAFA (Confederación española de Alzheimer) un 0,05% de los pacientes en nuestro país tienen una edad entre 40 a 65 años.
Dificultades de una persona con Alzhéimer
Si bien es cierto que la enfermedad no se manifiesta de manera muy rápida, hay que resaltar que es una enfermedad corta de larga evolución. Es decir, el paciente empeora con el tiempo, dificultando sus habilidades y memoria. Todo esto, con el tiempo afecta a su vida cotidiana llegando a convertirles en personas totalmente dependientes.
A priori, el alzhéimer se presenta como despistes en la vida cotidiana que cada vez se dan con más frecuencia. Estos despistes, hacen que el paciente comience a tener dificultades para desarrollar las tareas en su día a día llevándole incluso a sentirse desorientando, tanto en tiempo como en lugar.
Cuando el proceso de neurodegeneración avanza, aparecen:
- El deterioro cognitivo: Dificultad para: asimilar información; planificarse y resolver problemas; desempeñar tareas habituales y comprender estímulos externos. Además, aparecen problemas con el uso de palabras para hablar o para escribir; colocación de objetos fuera de lugar; deterioro en la capacidad de movimiento, etc.
- Los trastornos conductuales: Cambios de humor; disminución o falta del buen juicio; cambios en la personalidad; bajo nivel de energía; problemas de atención y orientación, etc.
¿El alzhéimer tiene cura?
Al tratarse de una demencia neurodegenerativa, en la actualidad, no existe ningún tipo de medicamento que cure totalmente la patología, pero es muy importante detectar la enfermedad con la mayor brevedad posible para así intentar ralentizar su progresión lo máximo posible.
En este sentido, existen diferentes metodologías que ayudan a minimizar el avance de la enfermedad en los pacientes: tanto tratamientos farmacológicos como terapias sin fármacos, que combinados consiguen unos resultados muy positivos para estas personas.
Además, como se ha mencionado anteriormente, el alzhéimer es una enfermedad de larga duración que va progresando con el tiempo. Esto quiere decir, que la enfermedad puede estar presente en la vida de una persona a lo largo de 10-15 años y el tratamiento debe ajustarse al momento de la enfermedad en el que se encuentre. No es lo mismo, el tratamiento para una persona con alzhéimer en sus primeras fases, que para una persona con la enfermedad avanzada.
Terapias sin fármacos: ¿efectivas?
Las terapias sin fármacos se presentan como un tratamiento complementario al farmacológico. Son numerosos los estudios que han demostrado que la estimulación del paciente mediante este tipo de terapias ayudan a reducir el impacto de la enfermedad.
Pero… ¿cuáles son estas terapias sin fármacos? ¡Hay tantas como estudios sobre su efectividad! Algunos ejemplos curiosos los encontramos con la ayuda de nuestros caninos, en terapias con perros; otros en la estimulación a través del oído, en musicoterapia, etc. Sin embargo, hay una que sobresale por encima de las demás: la terapia con muñecos.
La popularidad de la terapia con muñecos reside en que los pacientes pueden sentir ese vínculo especial con el muñeco y esto signifique un beneficio adicional al enfermo. Los pacientes que conectan con el muñeco mantienen su cerebro todo el día ocupado y desarrollan emociones y sentimientos profundos hacia el muñeco. Por ello, ¿qué mejor manera que cuidar de estas generaciones que con la ayuda de APAPACHOA?
Beneficios de “apapachar” sus recuerdos
Desde APAPACHOA nuestro objetivo se centra en aunar en un muñeco terapéutico todo aquello que pueda ayudar a frenar el avance del alzhéimer. ¡Pero no solo eso! Los muñecos Apapachoa se convertirán en su gran amigo, ya que su misión es hacer la vida más fácil y feliz a nuestros mayores.
Nuestra neuropsicóloga, Sara Mora Simón, os explica al detalle en el siguiente vídeo todos los beneficios que tiene el “apapachar los recuerdos” en estos pacientes. Pero… para ir abriendo boca y a modo resumen, os dejamos las heroicidades más destacadas que han conseguido nuestros muñecos Apapachoa en Personas con alzhéimer:
- Reducción de los problemas psicológicos y conductuales (agitación, apatía, depresión…)
- Mejora de la comunicación e interacción social.
- Mejora de las habilidades motoras.
- Estimulación sensorial, cognitiva, emocional y de reminiscencia.
- Mejora de la calidad de vida del paciente y familiares.
¡Dentro vídeo!
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